Carlos Betancur, ganador esta temporada de Haut-Var y la París-Niza, marcha penúltimo de la Vuelta (ayer abandonó el farolillo rojo), a 4h 13:43 de Contador. Al colombiano del Ag2r, de 24 años, no se le puede negar la regularidad: en Burgos, su carrera de preparación para afrontar estas tres semanas, terminó como el farolillo rojo. “No le doy relevancia a ese último puesto de Burgos, porque lo tomé como un entrenamiento. Estoy acostumbrado a llegar primero, también me adaptaría a llegar atrás. Lo importante es amar la bicicleta y mi deporte”, dijo antes de la salida de Jerez.

Según se comenta en el pelotón, para el inicio de la prueba aterrizó con unos 14 kilos de más: “Engordo muy fácil, pero también alcanzo la forma rápidamente. Como me conozco, para el Mundial y lo que resta de campaña voy a encontrarme bastante bien. Esta Vuelta me servirá para mejorar mi condición”. Las palabras de Betancur proceden del día de la presentación de los equipos. En competición ha esquivado hábilmente las preguntas de los medios, incluso de los periodistas de Colombia desplazados (sin Quintana y Urán no disponen de ningún aspirante al podio y sólo han celebrado la victoria de Anacona en Valdelinares). Con 1,67 de altura, en teoría el peso ideal de Betancur ronda los 59 ó 60 kilos.

Éxitos. Vencedor del Girobio de 2010, el Giro para amateurs, se confirmó en 2013 en la Corsa Rosa con la quinta plaza y la maglia blanca de mejor joven. Desde entonces, apenas ha rendido al nivel que se le suponía. En paradero desconocido antes del Tour, Vincent Lavenu, mánager del Ag2r, le excluyó de la alineación y abrió un procedimiento interno contra él: “Me enteré por la Prensa de que aseguró en su país que no iba a disputar el Tour. Estamos decepcionados, no se presentó en la fecha y en el lugar acordados. Veremos cómo evoluciona nuestra relación”.

Con contrato hasta 2016 con la escuadra francesa, Vincent Lavenu pretende reconducirle: “Se trata de un ciclista que posee un gran potencial y calidad, deseamos que continúe con nosotros, sin duda. Aunque el problema radica en su fuerte temperamento, hablamos y hemos acercado posturas. Echa de menos su hogar y, si quiere, traeremos a Europa a su familia y a su novia para que no se sienta solo. Comenzaremos de cero, pero se debe comportar como un atleta de élite. Considero que todavía hay bastantes cosas por pulir”. De momento, le queda mucho trabajo por delante.