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TOUR DE FRANCIA

José Joaquín Rojas: "Ha sido una expulsión injusta"

"He ido pasando de la sorpresa a la indignación y de la indignación a no entender nada. En ningún momento me agarré al coche", afirmó.

Actualizado a
José Joaquín Rojas: "Ha sido una expulsión injusta"
JESUS RUBIODiario AS

El corredor español José Joaquín Rojas (Movistar) calificó como "injusta" su expulsión del Tour de Francia en la decimoctava etapa, disputada este jueves entre Pau y Hautacam, por, según los jueces, "agarrarse de forma prolongada" al coche de su equipo y "haberse refugiado detrás del mismo" en el descenso del Tourmalet.

"He ido pasando de la sorpresa a la indignación y de la indignación a no entender nada. En ningún momento me agarré al coche ni recibí ningún empujón en la bajada del Tourmalet. Bajando a 80 kilómetros por hora un puerto, cogerte al coche es imposible y no beneficia en nada. Subiendo, lo entendería, pero bajando sería una insensatez y una temeridad", explicó el murciano.

Rojas confesó que sí pudo beneficiarse del rebufo de los coches, como hacen todos los ciclistas, "pero eso no es para que te expulsen de carrera". "Si aplicaran siempre y en todos los casos esa vara de medir, no llegaría nadie a París", comentó en declaraciones a su servicio de prensa.

El corredor de Cieza relató que cuando se descolgó del grupo principal subiendo el Tourmalet, ya sólo quedaban en cabeza unos 30 corredores. "Teníamos a cinco componentes del equipo por delante y mi trabajo ya había terminado en esa etapa. Sólo me quedaba subir el último puerto a mi ritmo para terminar la etapa. Ni iba a disputar nada ni estaba defendiendo ninguna clasificación. Hubiera entendido que por el abrigo tras el coche me impusieran alguna multa, una sanción, como pasa mil veces en cualquier carrera, pero que me expulsaran a tres días del final no acabo de entenderlo. Ha sido muy injusto", lamentó.

Rojas dice que se quedó de piedra cuando se le acercó una moto y le dijo que su carrera había terminado. "No me lo podía creer, así que no le hice caso y seguí adelante. Iba en una situación súper cómoda, en el puesto cuarenta más o menos, no había hecho nada que justificara mi expulsión y decidí terminar de subir el puerto y concluir la etapa", señaló.

En sus nueve temporadas como profesional, el ciclista murciano, de 29 años, nunca había sido expulsado de una carrera. "Me duele, porque siempre he tenido un comportamiento deportivo y profesional. Porque esta temporada venía de recuperar dos lesiones y me ha costado mucho esfuerzo llegar al Tour en condiciones. Que te expulsen a tres días del final por beneficiarte del rebufo de los coches en una bajada, pienso sinceramente que es una injusticia", concluyó.