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Tour | Novena Etapa

El Tour de Francia se calienta

Tony Martin ganó en Mulhouse. El francés Gallopin, nuevo líder. La etapa de hoy cuenta con siete puertos y final en alto, un buen estreno para el maillot amarillo.

Actualizado a
EN PLENA RAMPA. El pelotón de los favoritos asciende una cota ante el numeroso público francés durante la etapa de ayer que tuvo final en Mulhouse.
Reuters

Premios Tony en el Tour de Francia: el alemán Martin ganó la etapa y el francés Gallopin se alzó con el liderato de la carrera. Ambas conquistas fueron extraordinarias. El vencedor de la etapa completó en solitario 59 kilómetros, incluyan puertos y lluvias. Ninguno de sus insistentes perseguidores, fugados o pelotón, consiguió poner en peligro su triunfo, tercero en el Tour. Del nuevo maillot amarillo diremos que lo tiene todo, hasta novia de quitar el hipo (ciclista, modelo, azafata y comentarista).

Comenzaremos por Tony Martin. Ayer hizo honor a su condición de triple campeón del mundo contra el reloj, vencedor en los tres últimos años (dos veces por delante de Wiggins). No hay otro ciclista con semejante capacidad para concentrarse en su cadencia y pulsaciones. En la pasada Vuelta, y como preparación al Mundial de Florencia, firmó un fuga de 175 kilómetros que terminó a diez metros de meta, cuando le superó Morkov, un verdugo de gloria más efímera que su víctima. Valga la anécdota para definir a Martin como un tipo de costumbres solitarias, con la cabeza llena de tic-tacs.

El alemán comenzó su aventura en el primer descenso en compañía del italiano De Marchi; le dejó en la subida al Markstein, de primera categoría. Por detrás ya circulaba un grupo de 28 ciclistas con Pierre Rolland como corredor más ilustre (cuarto en el pasado Giro y octavo en el Tour 2012). El francés había perdido 1:20 el día anterior y quería resarcirse. Lo consiguió.

Estirpe. Cuando la fuga alcanzó los cuatro minutos sobre el pelotón advertimos que allí se encontraba también Tony Gallopin (a 3:27 de Nibali), el mejor clasificado de los insurgentes, líder virtual. El chico (26 años) tuvo un par de horas para prepararse para su nuevo destino como ídolo de Francia.

Si su futuro es incierto (aunque prometedor), de su estirpe no se duda. Desde que nació ha estado rodeado de bicicletas. Su padre, Jöel, fue gregario de Zoetemelk el año que el holandés ganó el Tour (1980). Su tío Alain ha sido corredor profesional, masajista personal de Fignon y ahora es director del Trek. Su novia, Marion Rousse, es ciclista en la sección femenina de su mismo equipo, el Lotto-Belisol.

Precisamente fue la compañía francesa Belisol (ventanas y puertas de aluminio) la que animó a su socio belga para que incorporara a un talento francés al equipo. Eligieron bien.

En el grupo de Gallopin estaba también Purito, que ayer dio comienzo a su Tour particular. Sus intenciones nos quedan claras, por fin: no sólo pretende ganar una etapa (poco para él), además pretende porfiar por el maillot de la Montaña. Con esa sana intención disputó los puntos que dejó libres Tony Martin. Si logra finalmente el jersey de puntos, sucederá a Samuel Sánchez, rey de la Montaña en 2011 y se convertirá en el quinto ciclista que consigue el doblete montañero Vuelta/Tour, junto a Bahamontes, Julio Jiménez, Herrera y Rominger.

Hoy 14 de julio, Día Nacional de Francia, Gallopin lucirá de líder en una etapa con siete puertos y final en alto. Le vaya bien o mal tendrá una cámara de la televisión francesa enfoncándole y una bellísima rubia esperándole en meta. Ese amarillo no se lo quitarán.