Rigoberto Urán, nacido en Urrao, Colombia, acaba de cumplir 27 años en enero. Y en este 2014 le ha llegado su primera oportunidad como líder de un equipo World Tour, el Omega. Segundo en el Giro de 2013, en el que comenzó al servicio de Bradley Wiggins, Rigo creía que este era el momento justo para tomar galones: “Después de tres temporadas muy buenas en el Sky, como antes lo fueron las del Caisse, debía cambiar para buscar mis metas personales. Aprendí y me siento feliz en mi nueva estructura, ahora me toca a mí corresponder a su confianza”.

¿Supondrá más presión ejercer como capitán en una formación sin jerarquía para las grandes vueltas? “Mi papel será complicado, así que espero estar a la altura. Omega no tenía tradición de ir a por las generales, sino de clásicas y sprints. Todos pondremos de nuestra parte para dar lo mejor”. Urán reconoce que no le ha costado nada integrarse en el ambiente de sus nuevos compañeros: “Ya domino el inglés y me adapto fácil a los sitios. Es mucho tiempo el que llevo fuera de casa y enseguida me relaciono”.

Sobre sus objetivos, ha enfocado la campaña a llegar al máximo nivel al Giro: “Se trata de mi principal reto. Sé que me mediré con gente de la calidad de Nairo, Purito o Porte, pero debo ofrecer todo para acabar lo más arriba posible, pese a los rivales y las dificultades. El trazado me encanta y puede favorecerme, hay bastante montaña”. Aunque se desenvuelve con tino en las pruebas de un día (en su palmarés lucen un Piemonte y una plata olímpica, al margen de muy buenos puestos en otras clásicas), renunciará a las Ardenas para afrontar la Corsa Rosa “a tope”: “Iré a la Tirreno, Catalunya, y a ver”.

Rigoberto también se enorgullece de la estupenda salud del ciclismo colombiano: “Somos 13 corredores en la élite del World Tour, con sus ocasiones para brillar y ganar. Me gusta que se hable de nosotros de nuevo. Gozamos de un buen periodo y mucho talento en nuestro país”. Uno de ellos destaca por encima del resto, Nairo Quintana, futuro adversario en el Giro: “Le considero un buen amigo y un enorme ciclista. Lo ha demostrado en sus dos años en Europa. Es una figura, pero mi obligación será intentar batirle en Italia”. Urán tiene las ideas claras.