EUROPEO (F) | ESPAÑA 68 - BÉLGICA 52

Francia y Dumerc, de nuevo en el camino de España al oro

La Selección disputará la final del Eurobasket de la República Checa (20:30, Tdp). Es su tercera final seguida y la cuarta en la era Mondelo.

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En el vestuario de la Selección lucía un cartel en el que se leía Time to shine (tiempo de brillar). España tenía una cita con la historia: a por su cuarta final en cinco años. Enfrente estaban Bélgica y la temida Meesseman, una dura prueba para Sancho Lyttle. Pero la pívot española no es sólo un seguro en ataque, también en defensa. La máxima anotadora del Eurobasket (21,3 puntos por partido) cerró el primer cuarto con cero puntos en el marcador y sin haber intentado un solo tiro.

Sancho intimida mucho, pero España rozaba la perfección en defensa. Ayudas continuas y todas muy atentas ante una Bélgica completamente desesperada. La veterana Ann ­Wauters (gran trabajo de ­Nicholls en defensa) empató el partido a 8 y Hanne Mestdagh, con un triple, rebajó la renta española a uno (12-11). Las Belgian Cats no anotaron más en ese asalto y España voló con un triple de Torrens (20-11). El tiro de larga distancia de la mallorquina ha sido un desatascador de lujo en este campeonato. Está con confianza y se nota: lleva 13/23 en el Eurobasket.

Otros cinco minutos de sequía en el segundo cuarto complicaban la hazaña belga: 26-13. Nunca había disputado una semifinal y la falta de experiencia se notó. Aunque hubo una mini-reacción (­Delaere puso el 30-21), Domínguez amplió la renta española a +15 desde el libre (36-21). Por cierto, Meesseman seguía con su marcador a cero. Pero ya había mirado canasta (0/4). No era el día.

En el tercer cuarto, España noqueó a Bélgica definitivamente. Meesseman apareció (anotó su primera canasta nada más empezar), pero España ya tenía pie y medio en la final gracias a la puntería de Torrens y a la fortaleza atrás que le permitía hacer lo que más le gusta adelante: anotar al contraataque. Y en estático, la Selección también encontraba aro con mucha circulación de balón, conexión entre las pívots y Anna Cruz rompiendo la línea de fondo. “Haciendo fácil lo difícil”, como siempre destaca Lucas Mondelo que nos ha acostumbrado a que los veranos de la Selección se cuenten por medallas. Desde que llegó, un oro europeo, una plata mundial, un bronce continental, una plata olímpica y…

España volverá a subir hoy a otro podio: el quinto seguido, el undécimo en este siglo XXI. El rival será Francia, el antagonista de España los últimos años. Hay cuentas pendientes. “Las finales siempre son un recuerdo bonito”, decía Laia Palau que disputará hoy su último partido con España. Hace cuatro años se retiraron otros dos mitos del baloncesto femenino (Elisa Aguilar y Amaya Valdemoro) y lo hicieron con un oro colgado al cuello. Laia se merece hacerlo con otro.

Así es Francia, el rival de España

Otra vez España y Francia vuelven a cruzarse, otra vez lo hacen en una final. La Selección suma dos oros europeos (Perugia 1993 y Orchies 2013) y, precisamente, los logró batiendo a la selección gala en la final. Francia se ha renovado en estos últimos años. Tiene mucho fondo de armario, pero hay cosas que nunca cambian: Celine Dumerc. La base estuvo en aquella final de 2013 (también Skrela, Miyem, Ayayi, Amant y Tchatchouang) y es el alma de este equipo. Un ejemplo. A pesar de no llegar a 1,70, es de las máximas reboteadoras de su equipo (5,2). La más lista de la clase. Miyen será otra dura prueba para las pívots españolas. Recursos en la pintura, pero también se atreve desde 6,75. Johannes está firmando un buen campeonato, pero en Francia no priman los nombres propios: cualquiera tiene su momento.

Aunque siempre entra en la quiniela de favoritas, su paso por el Europeo no ha sido fácil: no ha perdido, pero ha sufrido mucho. Muchísimo. Eslovenia casi se le atraganta en su estreno (70-68) y de Grecia, tanto en la primera fase como en las semifinales, no consiguió deshacerse hasta el último cuarto.

Narración de la Final de Eurobasket Femenino entre: España-Francia