Tras el descalabro europeo al Barça solo le queda la Liga Endesa y, ante el Morabanc Andorra, demostró que es un equipo que, si está acertado y juega con intensidad, puede pelear a cualquier rival. Claver, Rice y Vezenkov mostraron su mejor versión y el equipo en conjunto fue muy superior a un Morabanc Andorra que no encontró en ningún momento su sitio en la pista. Sin un plan definido, el Barça les borró de la pista a base de triples en el que probablemente haya sido el mejor partido de los azulgranas en lo que llevamos de temporada.

Pese al inicio dubitativo del Barça, pronto se vio en el Palau que los azulgranas no estaban dispuestos a dejarse sorprender por un Morabanc Andorran que lejos de su cancha no es el mismo equipo. Claver estuvo soberbio en el tiro exterior, y solo Shermadini, que superó a Tomic constantemente y en todas las facetas, aguantó el tanteo para los suyos. Sin embargo las pérdidas de ambos equipos evitaron que ninguno se desmarcara en el electrónico, aunque los malos porcentajes de tres del Andorra dieron cierta ventaja a los de Bartzokas. Una ventaja que se incrementó en el segundo cuarto con las rotaciones azulgranas. Diagné peleó más que Tomic y Renfroe levantó al Palau con un buen mate. El Barça corrió y se gustó, aumentando la distancia por encima de los diez puntos y ahogando a Morabanc en ataque: los visitantes solo encontraron un tiro claro de tres (de Schreiner) en todo el segundo cuarto.

Tras el descanso la dinámica del partido fue prácticamente la misma, pero con una importante diferencia: Rice. Tras unos partidos flojos, el base norteamericano desplegó ayer su mejor juego en el tercer cuarto, convirtiendo en estériles los intentos de Morabanc por acercarse en el marcador. Andorra no buscó a Shermadini, su mejor hombre ayer, y lo pagó. Ni siquiera con la tercera falta de Tomic y la lesión momentánea de Diagné (jugaron Vezenkoz y Claver por dentro) Andorra trató de insistir en la pintura, algo que pagó especialmente caro gracias al acierto de Claver, que no falló un solo tiro hasta el minuto final del tercer cuarto.

Con prácticamente 20 puntos de ventaja para el Barça, Morabanc abusó de los triples en un plan que hizo aguas: los porcentajes de tiro fueron bajos (por debajo del 25%) y para colmo no controlaron el rebote ofensivo dando aún más ventaja a los azulgranas, que sí estuvieron acertados desde la línea de tres.

El último cuarto, pues, arrancó con un Barça lanzado y Shermadini en el banquillo. Los de Bartzokas ostentaban ya una ventaja suficiente como para no sufrir, y no lo hicieron: a base de triples (Vezenkov anotó cuatro en el último cuarto) martirizaron a sus rivales y sentenciaron el partido. Incluso Navarro se apuntó a la fiesta en los minutos finales aumentando la distancia hasta el 102-65 final.