No hizo un partido técnicamente perfecto en cuartos de final, se precipitó en ocasiones. Pero ayudó al Madrid a ganar y se llevó el sobresaliente. Nocioni fue clave con su habitual determinación y, junto a Randolph, resultó vital en el último cuarto con nueve tantos y su continuo empuje. “Te tira el corazón a la pista, no lo vamos a descubrir ahora”, asegura Laso. No lo haremos, pero con 37 años no deja de emocionar. “Para que se borre de un partido le tiene que faltar una pierna o un brazo”, afirma Llull. El ‘Chapu’ atendió a los medios antes de la semifinal frente a un equipo que lleva muy dentro, el Baskonia que lo vio crecer y lo devolvió más tarde a Europa.

El duelo ante el Baskonia. “Hay que salir fuertes y tratar de tomar el ritmo del partido para que no se nos vaya complicando. El Baskonia tiene un equipazo, un bloque muy competitivo y delante de su afición van a ser muy duros. Pero jugaremos nuestro partido. Jugar en el Buesa sigue siendo especial. Tengo muchos recuerdos, grandiosos, que me unen a la ciudad de Vitoria y a la gente de acá. Es una afición que es muy fan de su equipo y eso siempre es bueno, uno quiere jugar en ese tipo de ambientes. Me espero a un Baskonia muy motivado, dando un plus. Pero también nosotros tenemos a nuestra afición. Hay que disfrutar de la rivalidad y que se quede solo en el campo de juego. Paz y armonía, y la Copa es un ejemplo. Para alguien que viene de un país (Argentina) en el que no siempre es así se agradece muchísimo”.

Siempre aparece en los partidos clave. “No me guardo. Son partidos importantes que uno trata de ayudar. Creo que ante el Andorra el equipo necesitaba un extra de energía, empuje desde el banco y es lo que traté de dar. Vi que por ahí el equipo estaba un poco fuera del juego, no una cosa mental, de la cabeza, sino por un mal arranque. La presión de ser favoritos ante un rival más suelto puede jugar una mala pasada, el cuerpo se puede paralizar un poco. Traté de dar tranquilidad y también fuego desde el banquillo”.

Un nuevo papel en su carrera: rendir mucho en pocos minutos. “Me acomodo a la situación del equipo. Hubo momentos en el que fui protagonista y asumía todas las responsabilidades se ganara o se perdiera, y ahora tengo otras responsabilidades. Ahora se me va a pedir que los minutos que esté en la cancha sea un factor. Que aporte cosas buenas. ¿La experiencia? No, estas cosas no las dan los años, sino la personalidad. Conozco jugadores que por más que tengan una edad avanzada no asumen papeles diferentes dentro de su carrera. Yo he tratado de adaptarme en todas las situaciones. Ser protagonista de otra manera. No sé cómo lo hice, pero me salió natural”.