Nikola Jokic es uno de los jugadores del momento en la NBA. El pívot serbio de solo 21 años (número 41 del draft de 2014) está despegando en su segunda temporada en Denver Nuggets. Después de dejar excelentes sensaciones como rookie (tercero en la votación de Rookie del Año), ahora brilla especialmente desde que Michael Malone ha reorganizado una rotación muy poblada para darle el peso que necesita un jugador que es capaz de hacer esto:

O esto otro:

Jokic, además, acaba de ser entrevistado por Zach Lowe para ESPN, una pieza en la que apunta curiosidades como que era un verdadero adicto a la Coca-Cola y que eso le obligó a reformar casi totalmente su físico para adaptarse a la NBA, tarea que agradece a los preparadores de Denver Steve Hess y Felipe Eichenberger: “Bebía mucha, unos tres litros al día. Nunca bebía por la mañana, eso sí, porque había que entrenar y no me sentaba bien. Pero después de los entrenamientos ya no podía parar, era un vaso detrás de otro. Pero en mi primer vuelo a Denver me tomé la última. Desde entonces nada, ni una en un año y medio. Y ha sido fácil y me siento muy bien, me gusta ver que no la necesito”.

El pívot brilla en un equipo reestructurado, en el que le rodean en el frontcourt para abrir los partidos Danilo Gallinari y Wilson Chandler: “Es mejor así, antes parecía que ya perdíamos siempre por diez o quince puntos en el primer cuarto”. Y ha reconocido que no le enfadó pasar bastantes partidos como suplente de Jusuf Nurkic: “De hecho tenía sus cosas buenas salir desde el banquillo. Solíamos estar en el bonus y siempre sacas puntos más fáciles forzando tiros libres. No me importa ser titular o suplente. También creo que Jusuf y yo podemos jugar juntos, pero no funcionó bien para el equipo cuando compartíamos pista durante más minutos. Todavía creo que puede funcionar, pero ahora mismo hay opciones mejores para el equipo”.

Volviendo a su condición física, también explica cómo perdió tanto peso cuando llegó a la NBA: “Antes comía cosas normales: pollo, arroz, carne… pero cocinadas de otra manera. Aquí no sabe a nada, necesito ese sabor… pero la dieta actual me ha ayudado. El cuerpo técnico ha hecho un gran esfuerzo para ayudarme a preparar mi cuerpo para la NBA”. Eso sí, también confiesa que tiene una reserva de carne procedente de Serbia en su casa por si le toca recurrir a ella en caso de necesidad o capricho extremo…