El panorama es oscuro para Chicago Bulls y especialmente para Rajon Rondo, el base que sigue con una caída en picado que parece imparable desde que salió de Boston Celtics (2014). Ni en Dallas ni en Sacramento consiguió revitalizar su carrera (campeón en 2008, all star cuatro veces entre 2010 y 2013) y parece que ese resurgir en el que ya cada vez menos creen tampoco va a llegar en Chicago.

Los Bulls solo han ganado tres de los últimos diez partidos: llegaron a estar 11-7 el 2 de diciembre tras imponerse a los Cavaliers y desde entonces han sumado un 5-11 que les deja en un pírrico 16-18 total, que ahora mismo ni siquiera vale para estar en puestos de playoffs del Este. Y uno de los principales problemas, se veía venir cuando se confeccionó la plantilla, es la falta de química en el juego exterior entre Rondo, Dwyane Wade y Jimmy Butler. El base solo jugó once minutos ante los Pacers. Fred Hoiberg le sentó toda la segunda parte y no le puso en pista en, otra derrota estrepitosa, el último partido ante Milwaukee Bucks. Rondo firmó por dos temporadas, pero solo tiene completamente garantizada la actual (la segunda puede ser eliminada con un buyout de tres millones de dólares). Y en las próximas horas se reunirá con el general manager Gar Forman para analizar un futuro que podría estar ya más fuera que dentro de la franquicia de Illinois: “Gar y yo hablaremos y veremos a partir de ahí...”.

Además, Rondo dejó claro que no le sorprendió verse fuera de la rotación, con Carter-Williams como primer base del equipo, pero también que no tolerará que esa situación continúe igual: “Ha sido una temporada muy dura, con muchos altibajos. Estamos tratando de ver cómo podemos ir solucionando cosas”. Eso sí, también ha prometido que no montará espectáculos públicos: “No voy a explotar. Seguiré trabajando, entrenando, cuidando mi cuerpo, ayudando a los jóvenes desde el banquillo…”.

Hoiberg, cuyo puesto tampoco está precisamente a salvo,ha huido de polémicas y trata de normalizar el hecho de que el base, que cobra 14 millones esta temporada, no haya jugado nada en los últimos seis cuartos del equipo: “Ha sido muy profesional, ha dejado claro que hará lo que se le pida para ayudar al equipo en cada situación. Y realmente creo que alguien que ha tenido una carrera tan exitosa como la suya se comporte ahora así”.

Rondo promedia poco más de 7 puntos y 7 asistencias por partido con unos pésimos porcentajes en tiro: 37% en tiros de campo, 32% en triples, 54% en tiros libres (lanza menos de uno por partido). Él no cree sin embargo que su rendimiento estuviera siendo especialmente malo: “No creo que este siendo mi mejor año pero creo que estaba siendo lo suficientemente bueno. En Sacramento jugaba de otra manera pero sabía que eso cambiaría aquí con Wade y Butler…”. Ese trío podría romperse en las próximas semanas y, de suceder, parece obvio que sería el propio Rondo el que tendría que cambiar de aires.