Pablo Prigioni ha dado el pistoletazo de salida a su tercera etapa en el Baskonia. El base de Río Tercero llegó el viernes a Vitoria y pasó reconocimiento médico, el sábado fue presentado y el domingo completará el primer entrenamiento a las órdenes de Sito Alonso. A sus 39 años, firma un contrato hasta final de temporada, volverá a lucir el dorsal número 5 en su camiseta y debutará el miércoles contra el FC Barcelona en la decimotercera jornada de Euroleague.

El nuevo director de juego azulgrana se mostró “feliz por estar de vuelta” a un club que “ha confiado en mí nuevamente”, por lo que siente que es “una apuesta del club” y se lo toma como un “compromiso personal”. Tras ser cortado por los Houston Rockets a última hora, Prigioni “sólo quería jugar aquí” si volvía a España, ya que sus condiciones familiares “no me hacían tomar otras opciones”.

En lo que respeta a sus objetivos, Prigioni destacó que a estas alturas de su carrera, “mis objetivos personales están en segundo plano. No tengo que venir a ocupar el lugar de nadie, así que veremos qué le puedo aportar yo al equipo. Quiero ser uno más”. Eso sí, confía en “poder jugar de manera inteligente y competir con el equipo”. Físicamente dice estar “bien”, aunque reconoce necesitar “trabajo para ponerme del todo bien físicamente”.

Finalmente, aún no se ha querido plantear una retirada o no en Vitoria. “Prefiero ir día a día. Ahora tengo que conocer a los compañeros y los sistemas. Tengo tantas cosas en la que cabeza que, si me pongo a pensar en cosas de esas, me voy a distraer. Y como dice un entrenador amigo mío: cocodrilo que se distrae, cartera de mujer”.