Una flagrante tipo 1 a falta de 16" pudo tirar todo el trabajo de su equipo -y su partidazo- por la borda pero James Harden salió airoso y los Rockets ganaron por la mínima a Boston después de que Al Horford fallara la canasta decisiva. 

Antes de todo eso, James Harden había vuelto a demostrar que sigue mereciéndose el MVP que él mismo se adjudicaría si pudiera. En una nueva lluvia de triples de Houston -volvieron a anotar más de 10-, el base se fue hasta los 37 puntos y anotó 9 de los últimos 13 de su equipa para completar la remontada en el último cuarto en el que anotó 13 puntos. 

Houston comenzó mandado en el marcador de la mano de su opción favorita en el ataque: los triples. Tras doce minutos de juego, Houston había tirado de tres en doce ocasiones y solo en diez lo había hecho desde dentro de la línea. Ganaban por 17 a 26 con 8 puntos, 2 rebotes y 3 asistencias de James Harden. En el lado opuesto, Horford e Isaiah Thomas (11 puntos entre ambos) aguantaban el ritmo. 13 puntos -para 21 al descanso- anotaría Harden en el segundo cuarto y los Rockets ampliaron su renta con un 45% en triples mientras en Boston, Jaylen Brown se sumaba a Isaiah Thomas en anotación y aportaba 7. Isaiah sumaba 11 puntos al descanso pero un -17 con él en pista.

Y entonces a Houston le traicionó su mejor baza. Houston anotó solo uno de los diez triples que intentó en el tercer cuarto mientras Boston le masacraba con cinco de siete. Horford, Crowder y Thomas sumarían siete puntos y Bradley y Jerebko seis para un parcial de 35-19 que dio una renta de más de dos posesiones a los verdes por primera vez en todo el partido.

Pero como era de esperar, faltaba Harden. Trece puntos llevaron su sello en el último cuarto para dar a Houston una importantísima victoria para seguir en el cuarto puesto del Oeste.