Derrick Rose ya está en Nueva York y en su presentación como nuevo jugador de los Knicks supo ganarse el cariño de todos los aficionados. "Moriría por jugar con Porzingis", declaró en una rueda de prensa que levantó mucha expectación. Y no era para menos, la franquicia de la Gran Manzana ha dado un golpe sobre la mesa al unir al MVP más joven de la historia de la NBA con Carmelo Anthony y con el prometedor jugador letón. Un equipo destinado a grandes hazañas en la Conferencia Este... con permiso de LeBron James y sus Cavaliers campeones. "Siento que algo especial va a suceder. La última vez que sentí algo así, fui MVP", continuó el base. El exjugador tuvo tiempo, además, de hablar sobre su traspaso desde los Chicago Bulls: "No sé porque lo hicieron, pero sólo quiero decirles una cosa: gracias. Estoy agradecido de estar aquí".

La presencia de Rose en Nueva York no sólo se detuvo en la sala de prensa. Desde el primer minuto, sus pasos fueron seguidos y fotografiados.