"¿Mi futuro? Acabó de perder hace 30 minutos. Todavía no lo he pensado". Con estas palabras, Kevin Durant volvió a dar largas sobre una de las decisiones más importantes de su carrera y que condicionará el mercado de la NBA en el próximo mercado de agentes libres. El alero deberá elegir a partir de julio: quedarse en Oklahoma City Thunder o buscar un nuevo horizonte. 

Pretendientes va a tener. Muchos. Toda la NBA, con la excepción de alguna que otra loca franquicia, querrá cortejar a un Durant que acabó la final de la Conferencia Oeste ante Golden State Warriors con muy mal sabor de boca. OKC tuvo tres oportunidades de matar al vigente campeón, al equipo del 73-9, tras ponerse 1-3 en la eliminatoria. Pero erró. Falló en el quinto, el sexto (el más inexplicable) y el séptimo, y la franquicia no volverá a vivir unas Finales de la NBA. Por ello, por esa sensación, puede que Durant esté más lejos que cerca, aunque todo está en el aire.

Quedarse en los Thunder

Según Yahoo Sports, la forma en que han caído los Thunder pone en duda la idea de que si el equipo superaba a San Antonio Spurs en semifinales, el MVP de 2014 se quedaría en casa. ¿El motivo para mantenerse tras ganar a los texanos? Durant sentiría que Oklahoma ha crecido, que puede hacer frente a rivales teóricamente superiores a ellos y la final del Oeste, ahora, se vería como un gran premio. El artillero firmaría, por ello, un nuevo contrato de dos años, el segundo opcional. Esto le daría la oportunidad de intentar ganar el campeonato en 2017 y salir al mercado junto a Westbrook en caso de fallar. Un mercado lleno de opciones y mucho dinero por los nuevos contratos televisivos. Se habla de que el margen crecerá hasta los 92 millones el próximo curso y a los 107 el siguiente. "Veo cosas brillantes en este equipo. Es genial ser parte de él", comentó a USA Today. 

Marcharse de los Thunder

Pero la forma en que han caído muestra una debilidad que ni el mejor Durant, ni el mejor Westbrook (más una plantilla completa y sana por fin) han podido evitar. Estos Warriors aún son un enemigo demasiado inmortal en el Oeste para hacerles frente en el cuerpo a cuerpo y, al margen de los retoques que hagan, contarán el próximo año con su columna vertebral más poderosa: Curry-Thompson-Green.

Así que la opción Spurs, por un lado, y la opción Warriors, por el otro, vuelven a estar encima de la mesa. Los primeros necesitan savia nueva formar su nuevo Big Three junto a LaMarcus Aldridge y Kawhi Leonard. Y los segundos quieren reventar la NBA por dentro. ¿Imaginan el quinteto de la muerte en el que esté Durant en lugar de Barnes? Pues eso: mucho miedo y una capacidad ilimitada para ganar. "Sería divertido jugar con alguien como Durant", comentó Iguodala al terminar el séptimo. 

Conferencia Este, una opción apetecible

Además de las dos grandes posibilidades, se abre todo un abanico. La Conferencia Este está ahí. Menos exigente físicamente y mayor facilidad para llegar a las Finales, en teoría, pues ese lado del país es el coto de caza privado de LeBron James. Allí, Boston, Miami y Washington, su ciudad natal, serían los lugares más atractivos. Aunque la capital del país se antoja algo más lejana en los deseos de Durant, pues no tiene muchas ganas de encontrarse con un pasado que le pediría mucho más (antiguos conocidos, amigos ventajistas, familia...) de lo que él estaría dispuesto a dar.

En el Oeste, los Lakers comienzan a ser atractivos de nuevos. Una base joven (Randle, Clarkson, Russell...) y Luke Walton en el banquillo son los ingredientes perfectos para una reconstrucción que se verá cimentada con el próximo dos del draft (Ingram o Simmons). También, Houston, con su excompañero James Harden, está a la caza de la grandeza y con el mantra claro de abandonar experimentos raros y ser más candidatos que un equipo con potencial.

El dinero, en cualquier caso, no sería el principal reclamo para el anotador, tal y como señaló durante las semifinales ante San Antonio cuando se le preguntó por la decisión de David West de fichar por los texanos (el ala-pívot renunció a 12 millones por jugar bajo las ordenes de Gregg Popovich). "Lo respeto. El dinero no lo es todo en esta vida. Sé que solemos pensar en cuidar de nuestra familia, en la estabilidad financiera. Pero, desde fuera, parece que dijo: 'bueno, he tenido la suerte de ganar una cantidad X de dinero y estaré contento si puedo perseguir el gran premio de esta Liga'. Lo respeto por ello. Mucha gente no lo hubiera hecho", aseguró el 35 de los Thunder (Anthony Slater, The Oklahoman). Su decisión se sabrá pronto y la Liga aguanta la respiración.