EDICIÓN NÚMERO 81

La Copa del Rey volverá a Madrid en febrero de 2017

Tras cinco años sin acoger la Copa, el Barclaycard Center volverá a ser el escenario de la Copa en su 81ª edición. Aún no es oficial ni se sabe el fin de semana exacto.
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La Copa del Rey volverá a Madrid en febrero de 2017
EFE

La próxima edición de la Copa del Rey (la 81ª) volverá a jugarse en Madrid. La ACB y la Comunidad, según fuentes de la organización, están intercambiándose durante las últimas semanas los bocetos del contrato que reflejará este acuerdo y, si nada se tuerce, la capital de España volverá a albergar la fiesta del baloncesto en febrero de 2017 tras haberlo hecho antes, con el nuevo formato de ocho equipos, en 2006, 2009 y 2011. Las Palmas, que ya fue sede en 1990 y 2015 desde que el torneo lo empezó a organizar en 1984 la ACB, y Vitoria (2000, 2002, 2008 y 2013), intentan hasta el último momento convencer a los dirigentes de que son la mejor alternativa, mientras que Badalona, la otra opción, ya se cayó de la carrera el pasado verano. Las fechas de la próxima fase final, aunque están casi cerradas, aún deben concretarse porque el Barclaycard Center (13.045 espectadores), antiguo Palacio de Deportes, tiene numerosas ofertas para celebrar conciertos ese mes y hay que limpiar de compromisos una semana completa de jueves a domingo. La decisión se hará pública en breve.

El éxito de las tres ediciones celebradas en Madrid en cuanto a espectadores (lleno en 16 de los 21 encuentros) y organización (ya ha acogido un Europeo en 2007 y dos Final Four en 2008 y 2015), ha convencido a la ACB para aceptar la oferta realizada por la Comunidad a finales del pasado año. Así, Madrid se convertirá en la ciudad que más veces acogerá la final de este evento contando las ediciones totales desde 1933 (11) y las parciales, igualada con Vitoria, con el formato de fase final (4).

Sin embargo, la organización quiere seguir intercalando en el futuro Madrid, donde el éxito es mayor y está garantizado, con una idea originaria: llevar la Copa a todos los rincones del país y a ciudades que no suelen tener la suerte de acoger eventos de primera. Las razones son que en estos rincones la emoción por ser sede dispara la pasión por el baloncesto, se multiplican los beneficios porque se moviliza en sus ciudades a las grandes aficiones y se aprovecha para premiar a clubes con tradición. Como pasó en A Coruña este año (5.000 abonos vendidos en seis días). O en Las Palmas, donde se calculó que el impacto económico de hace dos años fue de 24 millones de euros y donde 6.000 aficionados viajaron desde la península. Por eso, el presidente de la ACB, Francisco Roca, prometió en diciembre al presidente del Cabildo, Antonio Morales, que la Copa volverá a la isla en el próximo trienio. También como guiño al Gran Canaria, brillante finalista este año. Ahora le toca a Madrid.