WOLVES 93 - MAGIC 96

Los Magic siguen en racha y amargan el regreso de Ricky

El base volvió al quinteto inicial tras perderse dos partidos con una lesión en el tobillo. Wiggins (27) falló un tiro libre decisivo al final.

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"Somos buenos, tío", decía Victor Oladipo tras el encuentro. Los Orlando Magic (10-8), un equipo joven al que no le falta talento, se impusieron ayer en Minneapolis a los Timberwolves (8-10) de Sam Mitchell y compañía y ya suman cuatro triunfos consecutivos, la mejor racha de la franquicia en casi tres años (dciembre 2012). Ricky Rubio volvió a vestirse de corto tras perderse dos partidos con problemas en un tobillo, pero sus Wolves se quedaron cortos ante los nuevos Magic de Scott Skiles. Andre Wiggins, número uno del Draft 2014, lideró a los suyos con 27 tantos, pero falló un tiro libre decisivo a solo unos segundos del final y no pudo remediarlo con un triple final muy bien defendido. Karl-Anthony Towns, hasta ahora favorito para hacerse con el premio al próximo novato del año, se volvió a pasar todo el último cuarto sentado en el banquillo por decisión técnica (Mitchell prefiere a Dieng para los finales) y solo pudo aportar seis puntos (2-11) y seis rebotes en 22 minutos de juego.

Las reconstrucciones llevan su tiempo en la NBA. Ayer, en el Target Center se enfrentaban dos equipos, uno de cada conferencia, que están luchando por dejar de ser ese conjunto en reconstrucción, demasiado joven para ganar partidos en la liga. En el caso de los Magic, la marcha de Dwight Howard tras la temporada 2011-12 (rumbo a LA) obligó al equipo a empezar de cero. 68 victorias en las últimas tres temporadas es un precio habitual en la NBA para un equipo que pierde a su gran estrella (y a casi todo lo demás). Después de tres años de duro trabajo, de noches de Draft esperanzadoras y de acumulación de talento joven, los de Florida parecen preparados para volver a sumar más en la columna de las victorias que en la de las derrotas. El trabajo de Scott Skiles en estos primeros partidos está siendo mejor que bueno. El técnico ha tomado decisiones difíciles (no habrá sido fácil que Oladipo entienda que necesitan que salga desde el banquillo) y, por ahora, todo pinta bien en Orlando. 

Los Wolves están en ese mismo punto, pero quizás un par de pasos por detrás en lo que a consistencia se refiere. Towns y Wiggins son dos de los mejores jóvenes de la competición, pero aún les faltan (sobre todo al primero, como es normal) tablas. Ayer, tras caer hasta por 16 puntos en el tercer cuarto, los locales estuvieron muy cerca de remontar, pero Oladipo (13+4+4), el reservas 'falso' de los Magic, aún tenía una marcha más. Al final, Wiggins tuvo el empate en sus manos hasta en dos ocasiones, pero le pudo la presión desde la línea de personal y después no pudo zafarse de su defensor para lograr un buen tiro. Aún tiene mucho que aprender. Además del juego coral (Fournier, Nicholson, Vucevic, Payton, Harris y el propio Oladipo anotaron +12 tantos) y de la cuarta victoria consecutiva de los Magic, el choque no dejó a unos Wolves que siguen sin sacar provecho del factor cancha (2-7). Ricky Rubio solo pudo aportar tres puntos, cinco rebotes y tres pases de canasta en su regreso a las canchas y su equipo apenas lanzó con un 37% de acierto (21% en triples). Entre Garnett, Towns, LaVine, Bjelica y el propio Ricky sumaron un vergonzoso 7-36 (19%). Así no se ganan partidos.