Los Thunder llegaban a Atlanta con cuatro triunfos seguidos y en sprint tras el regreso de Kevin Durant. Pero en otro de esos triunfos de prestigio que el Este acumula ante el Oeste en esta temporada, los de Georgia (106-100) se impusieron y siguen alternando triunfos y derrotas de forma casi matemática. Ahora están 12-8 por el opaco 11-7 de Oklahoma, una marca que da para presumir poco pero que, y es una sorpresa mayúscula en este arranque de curso, vale para estar tercero del Oeste por delante de Clippers, Grizzlies, Rockets…

La quinta victoria seguida de los Thunder rondó el Philips Arena a pesar de que el partido fue local durante su apertura y nudo. En el desenlace también, pero de milagro: del 26-13 en el primer cuarto (con los Thunder fallando todo lo que tiraban), al 50-34 del segundo y al 83-74 del último, que de repente se convirtió en 92-96 tras diez puntos seguidos de Westbrook, que anotó 17 en el último pacial (en total 34 con 11 rebotes y 7 asistencias) y puso a su equipo a un palmo de la victoria. Pero los Hawks cerraron el partido con un 14-4 en los últimos dos minutos, iluminados por dos canastas tremendas de Teague, que además anotó dos tiros libres para seis puntos seguidos que resultaron decisivos. El base terminó con 25 puntos y 5 asistencias y remató otro partido coral de lo de Budenholzer: 26 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias de un Millsap que sigue en nivel All Star, 21 puntos y 13 rebotes de Horford, 11 de Korver… y 0 con cinco tiros fallados de un Sefolosha que sin embargo resultó decisivo: 8 rebotes, 6 asistencias, 4 robos y una notable defensa sobre un Kevin Durant, su excompañero, que terminó con 25 puntos (y 6 rebotes y 6 asistencias).

El verdadero problema de los Thunder volvió a estar en el fondo de armario. Entre Westbrook, Durant e Ibaka (17 puntos, 5 rebotes, 4 tapones) anotaron el 76% de los puntos del equipo y tiraron 57 de 93 tiros totales. Waiters anotó un puntos con un 0/7 en tiros, Kanter se quedó en 6 con 3/7, Augustin y Adams no anotarón, Morrow falló 9 tiros… y los Thunder se quedaron cortos. Aunque, gracias a las heroicidades de Westbrook, de milagro.