Tras las tres primeras semanas de la temporada, los Cavaliers (8-3) no sólo han comenzado con mejor pie que la anterior, sino que lideran la Conferencia Este (por otra parte, y hasta que alguien diga lo contrario, su coto privado de caza). Sin embargo, tras la derrota de esta última madrugada ante los Pistons en un partido que los de Blatt tenían más o menos controlado, LeBron James ha querido mandar la primera advertencia clara del curso. "No hemos hecho nada, no hemos ganado nada. Perdimos en las Finales, esa es suficiente motivación para mí. Creo que debemos entender esto: perdimos en las Finales, no ganamos. Y el equipo que nos venció (unos Warriors a ritmo de récord: 12-0) parece más hambriento que nosotros. No debería ser así", dijo el alero tras convertirse en el 19º máximo anotador de la historia tras dejar atrás a Jerry West, el logo de la NBA.

En las palabras del cuatro veces MVP se aprecia un toque hacia alguno de sus compañeros, a los que en ciertos momentos no ve lo "suficientemente mentalizados". "No se trata de ser Iron Man, sino de ser duros mentalmente y estar preparados", explica. "No somos un muy buen equipo, es así de simple. Tenemos la capacidad para ser uno grandísimo, pero ahora mismo no somos muy buenos. No prestamos demasiada atención a los detalles. No salimos a batallar cuando debemos hacerlo. Tenemos mucho trabajo por delante", concluye.

En la misma línea se ha expresado su gran amigo, el ala-pívot Tristan Thompson, quien entona el mea culpa. "Tanto si jugamos en casa como fuera, los equipos piensan que pueden derrotarnos y eso no se puede aceptar. Tenemos que ser más duros y crueles. Y eso, para empezar, tenemos que aplicárnoslo los hombres grandes (superados esta madrugada clarísimamente por Andre Drummond: 25 puntos y 18 rebotes). Nuestro cometidos es hacer el trabajo sucio", reconoce el canadiense.

Calendario propicio

Lo cierto es que los Cavs cuentan con un calendario favorable para corregir esta serie de pequeños detalles que disgustan a su jugador franquicia y cambiar así la mentalidad. En lo que queda de mes, los de Ohio tienen pendientes seis partidos, todos ellos ante rivales de su misma Conferencia (en teoría, más floja que el Oeste). Los compromisos más complicados parecen ser la visita de los Hawks (madrugada del 21 al 22) y el viaje a Toronto (25 al 26). Habrá que ver si este primer aviso de LeBron se queda aquí. En las manos de sus compañeros y las suyas propias está.