La lucha continúa para Monta Ellis. El próximo 27 de octubre dará comienzo la nueva temporada de la NBA, y también la undécima campaña en la liga de uno de los jugadores más desdeñados de la competición.

No pasó por la universidad. Tras promediar más de 38 puntos en su último año de instituto, Ellis, que se había comprometido con Mississippi State, decidió presentarse al Draft de 2005 y empezar su carrera en la NBA. Le seleccionaron los Golden State Warriors (puesto 40) y, después de un primer curso difícil, se hizo con el rol de titular. Seis años y medio duró su idilio con la afición de Oakland, donde disputó su mejor baloncesto, llegando a promediar más de 25 puntos y cinco asistencias en la 2009-10. Pero ni las lesiones de Kobe Bryant, Chris Paul y Brandon Roy a pocas semanas del All Star le hicieron un hueco (entraron Chauncey Billups, Jason Kidd y Chris Kaman). Con su traspaso, las llaves del Oracle quedaban en manos de un chaval llamado Stephen Curry. Milwaukee le acogió con los brazos abiertos, pero sus prestaciones en una Conferencia Este que dominaban los Heat del Big Three nunca fueron las mismas. En su primera temporada en Wisconsin sumó 19,2 tantos por noche y seis pases de canasta con los Bucks, pero se volvió a quedar fuera del ansiado partido de las estrellas. Aquel año (2013) se lesionó Rondo y el Comisionado de la liga dejó al Este con tres guards (Wade, Holiday e Irving) para convocar a Brook Lopez: otra oportunidad perdida.

Próxima parada: Texas. Los Mavericks querían intentar un nuevo asalto al anillo y Ellis era pieza clave en el plan de Cuban. Sus rapidísimas entradas a canasta le permitieron seguir promediando 19 puntos por noche en el duro Oeste, pero sus grandes actuaciones seguían pasando desapercibidas. En 2014, Anthony Davis fue el elegido para sustituir al lesionado Bryant y en 2015, Lillard, Cousins y su compañero Nowitzki tomaron los tres puestos que había que cubrir ¿Otra vez menospreciado?

Ahora jugará en Indianapolis, en una Conferencia Este en la que podría tener más posibilidades y con un Paul George recuperado y con ganas de tirar de sus Pacers. Sus 19,3 puntos por partido (en 10 años de carrera) son la cifra más alta registrada por un jugador que nunca ha sido allstar y que ha disputado un mínimo de 300 encuentros (ESPN Stats & Info) ¿Llegará por fin su momento?