El Movistar Estudiantes terminó arrollando hoy, con ráfagas de buen juego, a un muy flojo Rio Natura Monbus Obradoiro que se aleja de los playoffs a falta de cuatro jornadas para el final de la primera fase de la Liga (79-57). En un choque en el que fueron de menos a más y acabaron divirtiendo a la afición, los estudiantiles se basaron en el buen trabajo de Diamon Simpson —18 puntos y ocho rebotes— y Nacho Martín, que anotó 15 puntos y sumó nueve capturas, para sumar su duodécima victoria liguera y certificar su poderío como locales

Sin embargo, los cinco primeros minutos fueron para olvidar, con dos equipos negados ante el aro y acumulando errores en todas las facetas del juego. En ese tiempo, el Estudiantes solo llevaba una canasta y aún peor le iba a su rival, que sumó sus primeros dos puntos en el ecuador del cuarto tras doce fallos en el tiro consecutivos.

Con cuentagotas, ambos equipos fueron sumando puntos hasta terminar el periodo con un paupérrimo 12-10 en el que solo Simpson, con 7 puntos, aportó algo de calidad en un Estudiantes que falló ocho de sus diez tiros libres y diecisiete de sus 24 lanzamientos. Enfrente, el Obradoiro sumaba cinco aciertos tras veinte intentos.

En la reanudación, dos triples consecutivos de Nacho Martín dieron seis puntos de renta a los estudiantiles (18-12, min 11) y parecían cambiar el panorama, aunque un parcial visitante de 2-10 llegó a poner a los gallegos arriba en el minuto 13 (20-22).

En mitad del recital de pérdidas, imprecisiones y regalos al contrario, el Movistar Estudiantes recuperó rápidamente el mando y obtuvo gracias a Martín y Simpson pequeñas ventajas que fueron menguando hasta los dos puntos a su favor con los que se llegó al descanso (32-30).

Al igual que el cuarto anterior, el tercero empezó con dos triples consecutivos de los hombres de Txus Vidorreta. A continuación, Aradori cerró un parcial de 8-0 que subió por primera vez los diez puntos de ventaja (40-30).

Los últimos diez minutos tuvieron poca historia, ya que no era el día del Obraroiro desde el perímetro (acabó con cinco de veinticinco) y tres triples consecutivos de los locales -dos de Salgado y uno de Rabaseda- y sendas acciones de dos más uno de Slokar y Aradori rompieron el partido a menos de siete minutos del final (65-43).

Las distancias siguieron creciendo y Vidorreta aprovechó para, como le pedía la afición, dar minutos a los más jóvenes hasta el final de un encuentro que terminó con un contundente 79-57.