Al desenlace de la negociación entre José Luis Sáez y Sergio Scariolo para que el técnico italiano (de Brescia) vuelva a dirigir a la Selección española absoluta solo le queda un fleco por rematar: Scariolo insiste en una vinculación contractual por dos años, para garantizarse la eventual presencia en los Juegos Olímpicos (en caso de clasificación)... y Sáez mira y remira este punto. AS ha constatado estos extremos.

Pero, tras mantener la ACB el veto para que un técnico con contrato en la Liga ACB pueda ejercer como seleccionador, ambas partes, Sáez y Scariolo (cuyo hijo Alessandro Scariolo Ares ya despunta en las categorías inferiores de Unicaja)... parecen condenadas a entenderse. Sobre una gran mayoría de cuestiones puntuales, Sáez y Scariolo están de acuerdo.

Mirotic. Para cerrar trato en los dos años que Scariolo desea, a Sáez le inquieta la eventualidad que podría generar la no clasificación olímpica: solo hay dos plazas para toda Europa en el Eurobasket del próximo septiembre y tres de repesca en el Preolímpico de 2016. En caso de que la Selección quedara fuera de los Juegos de Río, la apertura de un nuevo ciclo se vería inevitable. Una idea es un contrato por una temporada con prórroga automática si hay clasificación olímpica.

A favor de Scariolo también juegan su experiencia, buenos resultados (títulos europeos en 2009 y 11, plata olímpica en 2012), la disponibilidad de la mayoría de jugadores (Ricky Rubio renunció ayer)... y que se le considera idóneo para retomar la Operación Mirotic. Con Ibaka lesionado y cada vez más lejos, Sáez dejaría a Scariolo la responsabilidad de atraer a un Niko Mirotic que tiene buena relación con el técnico italiano. Mirotic duda. Y debe decidirse: pero necesita una llamada. ¿La llamada de Scariolo?