CLIPPERS 107 - SPURS 92 (1-0)

Chris Paul y Griffin mandan un primer aviso a los Spurs

Entre el base (32-7-6) y el ala-pívot (26-12-6), soberbios, destrozaron a San Antonio. Baynes soñará con los terroríficos mates de Griffin. Tony Parker dio el susto en los Spurs.

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Cuando quedaron configurados los actuales Playoffs, todo el mundo se refería a este Clippers-Spurs como el duelo estrella de la primera ronda: dos de los grandes favoritos a hacerse con el anillo cara a cara a las primeras de cambio. Y lo cierto es que este Game 1 no defraudó, pero no por ser un duelo igualado y con un final de infarto, sino por el espectáculo ofrecido por los angelinos. En otra versión (y que me perdonen los puristas y seguidores de los Lakers), LA vivió esta madrugada un nuevo Showtime. Salvo en el segundo cuarto, los actuales campeones poco pudieron hacer para frenar a los Clippers, una industria del espectáculo digna de lo mejor de Hollywood. Derrota clara (107-92) y primer aviso para unos Spurs que se pueden conformar con que Tony Parker no tenga nada serio. En plena salida en tromba de los locales el base francés se torció el tobillo izquierdo, retirándose al vestuario poco después para que le exploraran la articulación. Afortunadamente, pudo regresar al partido en el segundo cuarto. Esa es la mejor lectura que pueden hacer los texanos.

Como decíamos, los Clippers salieron con el cuchillo entre los dientes, con ganas de ganarse el respeto de quienes ven a San Antonio ya en segunda ronda pese a no contar con el factor cancha (otro detalle del que más adelante hablaremos). Antes de llegar al ecuador del primer periodo, los locales ya gozaban de una renta con dobles dígitos (18-8). Ni Tim Duncan (pese a que sumó un nuevo doble-doble en la postemporada: 11-11) ni Tiago Splitter (finalmente el braileño no sólo no jugó sino que fue titular, aunque estuvo entre algodones: disputó 10 minutos) podían detener a un Blake Griffin que, aunque comenzó algo fallón, fue un auténtico dolor de muelas para los de Popovich (su cara durante el encuentro reflejó a la perfección la impotencia de los suyos). Acabó con unos números sensacionales (26 puntos, 12 rebotes, 6 asistencias, 3 robos y 3 tapones), pero la cosa no acaba aquí. Firmó una serie de mates de escándalo que enloquecieron al entregado público del Staples (Steve Ballmer incluido) que harán que seguramente Aron Baynes tenga problemas para coincilar el sueño esta noche. Antes del show, los texanos habían llegado muy vivos al descanso (49-43) pese a su desacierto de cara al aro: 36,6% en tiros de campo y un ridículo 53,8% en desde la línea de personal).

Y si el ala-pívot maravilló, su socio y compañero Chris Paul no se quedó corto. El base fue de menos a más para acabar firmando una segunda parte sencillamente grandiosa: 25 de sus 32 puntos los firmó en ella. Además repartió 6 pases de canasta y capturó otros 7 rebotes. Una estadística que en su conjunto hizo saltar por los aires la defensa de los actuales campeones. No hubo color: le ganó completamente la partida a Tony Parker. Y cuando tras un triple de Belinelli (el único visitante que se salvó de la quema en los últimos minutos) los Spurs parecían meterse de nuevo en el encuentro con un 90-81 a 7:35 para el final, entre el base y Griffin comandaron un demoledor parcial de 10-2 que sentenció el duelo en cosa de dos minutos y medio y en el que hasta Griffin dirigió transiciones. "Jugamos duros, nuestra afición hoy sí estuvo sensacional (de ahí lo que decía en el párrafo anterior). Me sentí bien, ya no hay más back to backs, así que ahora podemos descansar para prepara bien el siguiente partido". Paul avisa, los de Doc Rivers quieren más.

Pero conociendo a los Spurs, nadie puede cometer la barbaridad de darlos por muertos pese al repaso sufrido. A buen seguro que Pop prepara ya algo más que el Hack a DeAndre (una vieja táctica que va camino de convertirse en un clásico en esta serie). Cuando vio que todo estaba perdido, el técnico retiro a sus titulares. Kawhi Leonard, incluido. El alero de las interminables manos fue el más destacado de los suyos. Y por si hay algún seguidor de San Antonio alicaido tras este primer asalto, puede venirse arriba. En 2003, 2005 y 2007 San Antonio arrancó los Playoffs con derrota. ¿Cómo los acabaron? Así es, ganando el título. Esto no ha hecho más que comenzar. La serie promete. Una recomendación, procuren no perdérsela.