Con o sin Kobe Bryant. Esa era la duda que saltó en Los Ángeles tras el partido contra los Golden State Warriors cuando los angelinos ganaron, para sorpresa de muchos, sin su estrella. Pero tres partidos después la incógnita ya está resuelta: da bastante igual. Los Lakers pierden con o sin el '24' tal y como se ha demostrado en Chicago y Dallas (sin) y frente Phoenix (con). Pero lo que no cabe duda, es que con la participación de la estrella de 36 años hay mayores posibilidades de ganar. Bryant es un jugador entre un millón, un ganador capaz de las cosas más increíbles, aunque la diosa fortuna esté esquiva en esta temporada. Por eso su vuelta a las canchas siempre es una buena noticia. "Mis piernas se sentían mucho mejor", manifestó un Kobe que anotó sólo 10 puntos con sólo 10 lanzamientos, la mitad de la media de esta campaña.

Además, y a pesar de los rumores, no hubo una reducción drástica de sus minutos en cancha (disputó 32 en vez de los 35 habituales) en un encuentro que los Suns vencieron (107-116) con mucho sufrimiento y lucha, pues los Lakers mostraron los dientes. Con un nivel muy combativo, los angelinos tuvieron en la línea de tres puntos su mejor arma (12/20) y en Nick Young a su máximo anotador (21 puntos, 4/6 en triples). Ante este aluvión, los de Arizona se cubrieron bajo su mejor hombre, Goran Dragic (24).

La presencia conjunta en cancha del esloveno, Bledsoe (22) e Isaiah Thomas (15) en los minutos finales fue la que dio el sexto triunfo consecutivo a unos Suns que dejaron escapar una renta de 13 puntos en el último cuarto (83-86, 10:21 a 105-106, 02:21). "Ellos tenían uno a la izquierda, uno a la derecha y uno en el medio. No se podía cubrir a todos", subrayó Bryant. Phoenix salvó el encuentro con un parcial 2-10 definitivo que eleva a tres la racha de derrotas consecutivas de los Lakers.