GRIZZLIES 105 - WARRIORS 98

Marc y sus Grizzlies ponen fin a la racha de Curry y los Warriors

El español lideró a Memphis con otra sobresaliente actuación (24-7) y volvió a escuhar los gritos de MVP por parte de la grada. Golden State cayó tras 16 victorias consecutivas.

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NBA

La racha de victorias consecutivas de los sorprendentes Warriors se quedó en 16. Tras llevar más de un mes sin conocer la derrota, Stephen Curry y compañía sumaron su tercera del curso tras caer con justicia en Memphis (98-105) en un duelo que enfrentó a los dos mejores equipos del momento y en el que los Grizzlies hicieron valer su defensa ante el segundo mejor ataque de la Liga. El FedExForum volvió a ser un fortín, en buena parte gracias a una nueva sobresaliente actuación de Marc Gasol (de nuevo volvió a escuchar los gritos de MVP, MVP provenientes de la grada) y a la gran labor del banquillo de los de Tennessee. "Se merecen todo el crédito por lo que han hecho. Salieron e hicieron un gran trabajo en ambos lados de la cancha", destacó el pívot español, autor de 24 puntos, siete rebotes y tres asistencias en 35 minutos de juego.

Con ocho tantos, fue él quien mantuvo a su equipo en el partido en el primer cuarto cuando un enrachado Harrison Barnes propulsó a los visitantes (24-30). A partir de ese instante, los de Steve Kerr fueron a remolque el resto de la noche. En menos de cinco minutos del segundo periodo, la segunda unidad de los osos protagonizó un asombroso parcial de 20-0. Leuer, Udrih, Koufos y, sobre todo, Vince Carter revolucionaron el encuentro. "El jóven Vince", como le definió Marc, clavó tres triples en minuto y medio para firmar su mejor actuación desde que este pasado verano recalara en la ciudad de Elvis. Con 16 puntos, lideró al banquillo de Memphis, que se fue hasta los 40. Demasiado para Golden State, y eso que sus hombres pusieron hasta 11 tapones: su mejor marca del curso. "Nos golpearon en la boca al principio del segundo cuarto. Esa fue la clave", reconoció Kerr. Sus Warriors aún pueden presumir de estar firmando el mejor arranque de la historia de la franquicia (21-3) y de ostentar el mejor récord de la Liga, pero deben andarse con ojo, los Grizzlies les pisan los talones (20-4).

Tras el brutal zarandeo, Klay Thompson se puso al mando de las operaciones para impedir la huida definitiva de los locales. Lo consiguió gracias a los nueve puntos (de un total de 24) que firmó poco antes del descanso (57-49). En el tercer cuarto, ambos conjuntos se prepararon para el asalto final. Sin poder romper el duelo, pese a un Marc que seguía causando estragos en la pintura, los Grizzlies administraron su ventaja sabedores de que los de Oakland guardaban una última ráfaga para dar la vuelta al marcador y sumar así su victoria consecutiva número 17. Un puñetazo encima de la mesa que no llegó, pero que se quedó cerca de consumarse. Si Curry (19, siete asistencias y seis rebotes) hubiera tenido su día, quizá otro gallo hubiera cantado. Sin embargo, el genial base cedió su particular duelo ante el mediano de los Gasol (la otra gran sensación de la temporada) presa de su 1/10 en tiros de tres. Y eso que, ojo al dato, con él en pista su equipo lució un +16. Una bandeja y un alley-oop casi seguidos de un buen Shaun Livingston (12 tantos) acercaron a los californianos a sólo dos puntos con cinco minutos aún por jugarse. 

No obstante, Memphis es un equipo duro que no se viene atrás ante la adversidad. Un importantísmo triple de Tayshaun Prince desde la esquina y varias acciones de mérito de Mike Conley (bomba a lo Navarro incluida) acabaron por entregarles un valioso y merecido triunfo ante un equipo que contó únicamente con una rotación de ocho jugadores. "Estaremos bien. Fue divertido mientras duro", comentó Curry tras ver acabada la racha. Pueden irse con la cabeza bien alta. Vendieron cara su piel ante unos Grizzlies que ahora miran a los Spurs, el último equipo que les superó. Otro partidazo a la vista.