Russell Westbrook sufrió una fractura de muñeca en el partido de los Thunder ante los Clippers el pasado 30 de octubre. Su baja, que se estimó en un mínimo de cuatro semanasm, era un mazazo para un equipo que había perdido antes del inicio de la temporada a Kevin Durant.

De repente, un aspirante al anillo hacía cuentas para no quedarse fuera de los playoffs. Y, de hecho, eran cuentas bien hechas: sin sus dos grandes estrellas, y en medio de una plaga que mermó la rotación exterior de forma casi drástica, el equipo ha viajado en la cola de un Oeste que no perdona y donde la barrera de los playoffs estará en torno a las 50 victorias (Dallas fue octavo con 49-33 la pasada temporada). Ahora Oklahoma está en 4-12 pero recibe la primera de las dos grandes noticias que esperaba: Westbrook, menos de un mes después de lesionarse, vuelve hoy ante los Knicks. Durant, además, está prácticamente recuperado y su vuelta es también cuestión de días. Todavía a tiempo, comienza de verdad la temporada, y a contrarreloj, para los de Scott Brooks.