La calidad de Anthony Davis nunca fue discutida, pero esta temporada su nivel está siendo descomunal. Esta madrugada, el pívot dio una muestra más de lo que es capaz de gacer, de lo que le espera a la NBA en el futuro: su dominio incontestable en ambos lados del campo. Davis alcanzó los 43 puntos en la victoria de los New Orleans Pelicans ante los Utah Jazz (94-106), su récord personal en la Liga. Además, capturó 14 rebotes (cinco ofensivo y nueve defensivos). Imparable.

"Sabemos que es un jugador especial que acaba de comenzar a arañar la superficie (de lo que es capaz de hacer)", alabó Monty Williams a su pupilo. "Es un verdadero desafío pararle", subrayó el entrenador rival, Quin Snyder. Davis sólo ha estado por debajo de los 20 puntos en dos de los doce partidos que ha disputado esta temporada: ante Memphis (14) y Denver (18).

La idea de que Davis pueda ser MVP de la NBA esta temporada ya no es nada descabellado. Tiene todo lo necesario, aunque la posición final de su equipo puede quitarle alguna opción. Sin clasificarse para playoffs, el premio podría serle discutido por jugadores como LeBron James. La estrella de los Cavs no está en su mejor momento, pero la temporada es muy larga y la confianza en que vuelva a su mejor nivel está sobre la mesa. En cualquier momento puede despertar una bestial que ya se ha hecho con ese galardón en cuatro ocasiones.

Los números del ala-pívot en lo que llevamos de temporada, le colocan en el primer puesto del ránking por el premio, según la NBA. Está en la parte alta en la mayoría de los apartados estadísticos: tercero en anotación (24,8), séptimo en rebotes (11,2), primero en tapones (3,7) y primero en impacto defensivo. Casi nada. Y, además, ¿por qué no soñar?