El Herbalife Gran Canaria no pudo lograr su sexta victoria seguida ente ACB y Eurocopa y volvió a caer ofreciendo su peor cara ante un reluciente Bilbao Basket (60-70), que empezó y acabó mandando en el choque y mereciendo a todas luces su primer triunfo en la isla.

Los dientes de sierra que dibuja el rendimiento del Herbalife en este comienzo de curso, como ya ha señalado en repetidas ocasiones su entrenador, Aíto García Reneses, volvieron ayer a reflejarse en un solo encuentro, primero para firmar un inicio deplorable y luego para enmendar la plana durante unos minutos, insuficientes ante un oponente con veteranñia y talento.

La buena pareja de bases de la que disfruta el Bilbao Basket operó a su antojo durante gran parte de la primera mitad. Sin prodigarse mucho en el tiro pero dividiendo y encontrando casi siempre al tirador mejor colocado. Y así, Wragge y por dentro Marko Todorovic fueron aprovechando para abrir brechas más que considerables (6-22, min. 9). El Granca se mostraba como un equipo desastroso, blando y despistado en defensa, lo que pagó ante el buen tono del rival, y en ataque contagiado de su propio despiste atrás, fallando tiros fáciles hasta exasperar a sus aficionados.

El 8-29 lo decía todo. Los vascos dominaban el rebote, exhibían seriedad y obtenían la máxima ventaja (16-39) con un triple de Andjusic, pero justo ahí, y también desde el 6.75 reaccionaron los canarios, con aciertos consecutivos de Bellas, Urtasun y Báez para abrir un parcial 14-0 que colocaba el 30-39 justo antes del intermedio, situación impensable pocos minutos atrás. Con eso volvió la esperanza para un conjunto insular que, dentro de su bipolaridad, ofreció un tercer periodo ya más normal, empatando a 17 en ese cuarto con los de Sito Alonso (47-56).

Latavious Williams percutía en la zona, secundando el trabajo del mejor hombre del encuentro, Marko Todorovic. Ese repunte anímico del Gran Canaria antes del descanso quedaba ya lejos, y los de Aíto, con las bajas de Summers y O’Leary, volvieron a las andadas. Si el oficio de los vizcaínos ya hacía complicada la remontada local, el arranque del último cuarto de los isleños confirmó los peores presagios para el graderío. Las sensaciones no eran buenas y todo se confirmó al no anotar en los primeros 6 minutos de periodo. Bertans ayudó a Todorovic en la anotación y Quino Colom manejó la pelota como un yoyó, y así Bilbao se llevó el triunfo sin agobios de ninguna clase, confirmando su gran inicio de competición y presentando candidatura para estar, precisamente en el Gran Canaria Arena, en la próxima Copa del Rey.