Hoy toca la riña de la década

España-Francia: de nuevo, la vieja riña: como en el Mundial de Turquía (2010, victoria y demostración de poderío de Air France), en el Eurobasket de Lituania (2011, título para España, Navarro maravilla, Ibaka ciega a Francia y Rudy la irrita), en los cuartos olímpicos de Londres (2012, España a semifinales tras melée y trifulca por mamporro de Batum a Navarro)… y, al fin, en el Eurobasket esloveno de 2013: tras prórroga en Liubliana, la Francia de Tony Parker apea de la final a una España diezmada. Hay falta antideportiva de Diaw a Llull. A Claver se le escamotean dos tiros libres vitales sobre la bocina del minuto 40. Y Francia, rumbo a su título continental, lo celebra como si hubiera ganado el anillo de la NBA.

Así regresa el áspero combate de jefes del baloncesto europeo en la presente década. Un año después de Eslovenia hay otra vuelta de tuerca: esta vez es la Francia del inteligente seleccionador Vincent Collet quien llega sin su mariscal (Parker) ni su artillería pesada (Noah, Ajinça, Mahinmi), ni algún soldadito de élite: De Colo.

Y frente a esa Francia campeona de Europa emerge lo que el propio Collet llama “el ogro español”, un monstruo o depredador, Godzilla de escamas rugosas que hiere con armas de destrucción masiva: esencialmente los hermanos Pau y Marc Gasol, reforzados por Serge Ibaka. “No podemos defender uno contra uno a los pívots españoles”, afirma Nic Batum. Añade Florent Pietrus: “Sólo podremos molestarles un poco”.

Recursos. No hay que creérselo mucho. Los atléticos bleus de Francia lucharán como en Kaunas, Londres y Liubliana. Collet exprimirá todos los recursos: los actuales reyes de Europa tampoco llegan desnudos. Y su problema: esta España de los Gasol no se hizo precisamente para rescatar París sino para conquistar la Copa del Mundo. No se sabe si París arderá. Pero hoy se combate en Granada: Francia contra Godzilla.