NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

COPA DEL MUNDO

La copa que corona al campeón: una joya de nueve kilos

El trofeo llega a Bilbao, la sede de Estados Unidos. Encierra mnucha historia y referencias a Naismith, el inventor del baloncesto.

BilbaoActualizado a
La copa que corona al campeón: una joya de nueve kilos

La Copa Naismith, que levantará el campeón el 14 de septiembre es una joya casi casi tan apreciada como un anillo de la NBA o la medalla de oro olímpica. El trofeo que corona al mejor equipo del mundo se entregó por primera vez en el Mundial de 1967 y constituye un homenaje a James Naismith, el padre del baloncesto. Su diseño fue inspirado por Renato William Jones, primer secretario general de la FIBA. El origen del diseño hay que encontrarlo en un viaje por el Nilo, en el que Jones quedó impresionado por una majestuosa columna del templo de Karnak, cuyo capitel recordaba la imagen de una flor de loto.

En el Campeonato del Mundo de 1998, celebrado en Grecia, se realizó un nuevo diseño del trofeo, que estilizó la copa e insertó un decágono (polígono de diez lados) alrededor del cuello de la misma. En ese espacio están representados los mapas de los cinco continentes con sendas piedras preciosas, de colores negro, amarillo, verde, rojo y azul. La base del trofeo está hecha de un mármol rosáceo (conocido como rosa porrino) y en sus costados puede apreciarse unas placas con el apellido del creador del baloncesto en caracteres latinos árabes, chinos y jeroglíficos egipcios. Su peso es de nueve kilos y tiene 47 centímetros de altura. Está elaborada en plata de primera calidad y su interior está bañado con oro de 14 quilates.

La copa será expuesta estos días en Bilbao, una de las sedes fuertes, la que albergará a Estados Unidos en la primera fase. La Oficina de Turismo Bilbao-Bizkaia, enclavada en el corazón de la ciudad, será su hogar desde hoy hasta el domingo, para que los aficionados puedan hacerse fotos con ella. Esta semana esa zona, en la plaza Circular, es un hervidero de gente por la Aste Nagusia, las fiestas de Bilbao, unas de las de más relumbrón en el mundo.