MUNDIAL SUB-17 DUBAI

Un mal último cuarto condena a España al cuarto puesto

Los de Carlos Durán pudieron forzar la prórroga, pero el triple de Sergi García no entró y los serbios acabron imponiéndose por 62-59 en un intenso duelo. Partidazo de Vilà.

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Un mal último cuarto condena a España al cuarto puesto

La Selección española masculina Sub-17 se quedó sin la medalla de bronce en el Mundial de Dubai tras hundirse en el último cuarto ante Serbia, quien aprovechó su acierto en los minutos finales para llevarse el triunfo (62-59). Los chicos de Carlos Durán repitieron los errores que les condenaron ayer ante Australia en semifinales y se quedaron sin opciones de sumar la tercera medalla mundialista de la historia del baloncesto nacional en categorías inferiores masculinas.

Una técnica pitada a Ramón Vilà, el mejor del partido de largo (firmó 20 puntos y 10 rebotes) a 3 minutos del final y un triple posterior de Marinkovic pusieron la puntilla al equipo español. De lo que podía haber sido el 54-52 (si el pívot del Barcelona hubiera conseguido convertir el lanzamiento que dio origen a la técnica) se pasó, en un visto y no visto, a un 59-50 que pesó como una losa en los jugadores españoles. Pese a que a punto estuvieron de forzar la prórroga (el triple de Sergi García impactó en el aro), la selección balcánica supo sufrir para mantener su ventaja y hacerse con una plaza en el podio final del campeonato.

Dos factores acabaron por explicar el bajón de España en el cuarto periodo: la excesiva dependencia del trío formado por Vilà, Santi Yusta (el alero madridista consiguió 17 tantos) y el base Pablo Pérez (autor de 12 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias) y el bajón defensivo en la segunda mitad, lo que conllevó al despertar anotador de Serbia (los pupilos de Vanja Gusa se fueron al descanso con unos paupérrimos 22 puntos anotados). Cerca estuvieron de doblar esa cifra tras la reanudación. Desde entonces, España, víctima de su desacierto en el tiro exterior (2/20 en triples) iba consiguiendo a tirones mantenerse con opciones hasta acabar pagando el cansancio de la prórroga disputada menos de 24 horas antes ante Australia. El último arreón de los de Durán, apelando a la heorica, resultó encomiable, pero se quedaron a un solo lanzamiento de seguir soñando. España vuelve de Dubai con un amargo cuarto puesto, pero con la idea de que esta generación está capacitada para medirse a cualquier rival. El próximo verano, en el Europeo Sub-18 tendrán una nueva oportunidad de demostrarlo.