SPURS 90 - MAVERICKS 85

Un majestuoso partido de Duncan acaba con los Mavericks

El ala-pívot anotó 27 puntos, varios de ellos decisivos en la remontada de los Spurs. Del 71-81 se pasó al al 90-85 final. Calderón (siete tantos) y Nowiztki (once), muy grises.

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Spurs y Mavericks protagonizaron un duelo lleno de intensidad, en el que había que sudar sangre para conseguir una canasta. En definitiva, un partido de los de verdad, de playoffs. Ambos equipos se centraron en la defensa con el objetivo de anular las mejores armas del contrario. En parte lo consiguieron, aunque solo fuera durante algunos momentos. Los mejores jugadores acaban apareciendo para decidir los finales apretados. Tal fue el caso de Tony Parker y Tim Duncan en San Antonio. Junto a Ginóbili, autor de 17 puntos, seis rebotes y tres asistencias, el 'Big Three' spur convirtió 65 tantos. En el bando contrario, Nowitzki no pudo emular a sus rivales y más que probables futuros compañeros del Hall of Fame. Quizá ahí residió la clave del triunfo de los de Popovich (90-85).

Los de Carlisle llegaron a ir mandando en el marcador con una diferencia de diez puntos (71-81 a 7:45 de la conclusión) tras un 2+1 de Brandan Wright que puso el broche a un parcial de 6-16 en los primeros minutos del último cuarto. A partir de ese momento, Popovich ajustó la defensa local. Con un Kawhi Leonard que multiplicó las prestaciones en su propio aro (volvió a demostrar por qué es uno de los mejores defensores de toda la Liga) y Duncan y Parker martillando la canasta contraria el partido dio un giro radical. Un visto y no visto. El base, excelso al inicio y desaparecido durante casi la totalidad de la segunda mitad, apuntilló la remontada que lideró el sempiterno Duncan. Dos canastas del francés y dos libres del center pusieron el 86-81 en el luminoso.

El 15-0 de tanteo tuvo un efecto demoledor en unos Mavericks que, salvo en el primer cuarto, realizaron un partido tan serio que dieron la sensación de poder asestar un primer e inesperado golpe en la cancha de sus vecinos texanos. No obstante, tiraron su oportunidad a lo largo de los 5:40 minutos en los que se quedaron sin anotar. Nowitzki no paró de encadenar varios errores en el lanzamiento que en cualquier otra situación habrían acabado convirtiéndose en canasta. Tuvo que ser el propio Wright, también desde el 4,60, quien estableciera el punto número 82 en el casillero de Dallas.

Sin embargo, para pesar de su equipo, ya era demasiado tarde. Ginóbili y antes Splitter, sentenciaron desde la línea. Entre medias, solo un fallo del brasileño al dejar una bandeja creó un mínimo atisbo de esperanza en los de Carlisle, pero el triple de Carter que habría significado el 86-88 a diez segundos para el final se estrelló en el aro.

Con todo, los Mavericks guardan motivos para el optimismo. Pese a un horrible inicio, en el que Parker (21 puntos, seis rebotes y cuatro asistencias) penetraba como quería y en ataque no daban con la tecla para anotar un lanzamiento (cerraron el primer cuarto con un paupérrimo 5/20 en tiros de campo), lograron sobreponerse con un gran segundo cuarto. Devin Harris anotó diez de sus 19 puntos en este periodo para endosar a los Spurs un tanto de 22-32 que dejó un apretado 43-44 al descanso.

En el tercer cuarto la igualdad se mantuvo. Calderón, quien apenas disputó 16 minutos, anotó aquí sus únicos siete tantos. En el bando rival, Duncan (27 puntos y siete rebotes) tomó los galones en ataque hasta que un choque con Monta Ellis en la rodilla izquierda, “está bien” aclararía después, le obligó a abandonar momentáneamente el parqué. Los Mavs supieron hurgar en la herida, pero el héroe del partido regresó a tiempo. Superó con claridad su duelo particular con un gris Nowitzki, 11 puntos con un pobre 4/14 en tiros, y dirigió la remontada spur.

No obstante, y pese a que en las 28 ocasiones previas en que los Spurs de Popovich lograron ponerse 1-0 acabaron superando la eliminatoria en un total 24, Tim avisa: “No se van a rendir, son un gran equipo”. Por el bien del baloncesto y del espectáculo, solo cabe desear que así sea para poder volver a disfrutar de un partido como el de hoy en la madrugada del miércoles al jueves (02:00). Un encuentro que ya no se disputará por la mañana, lo que le permitirá a una leyenda viva como Popovich poder “tomarse un vino la noche anterior”.