Olympiacos, actual bicampeón de Europa, derrotó por cuarta vez en lo que llevamos de campaña europea al Unicaja. Los malagueños tienen muy complicado clasificarse para los cuartos de final de esta Euroliga. Deben ganar sus partidos pendientes contra Panathinaikos y Armani Milán. Después, rezar. Spanoulis, como siempre, destrozó los sueños de un equipo malagueño sin ideas ni rebote. Agotado física y mentalmente.

La salida del Unicaja fue terriblemente mala (2-12 minuto 4 y 5-20 minuto 7). Spanoulis, con 10 puntos y cuatro asistencias masacraba. Los de Joan Plaza reaccionaron. La defensa de Stimac, los triples de Carlos Suárez y una mejor agresividad lograron parar, parcialmente, la sangría para llegar al descanso con un más digno 34-41. Falsa alarma.

Los malagueños volvieron a atascarse y esta vez para siempre. (43-56 minuto 25). Unicaja no podía con el poderío ateniense. El Carpena rugía. Pero los de Joan Plaza no daban con la tecla. Carlos Suárez ya no colaba sus triples salvadores y Lojeski mataba. 43-58. Parcial de 7-17 y Plaza pedía tiempo muerto porque el partido se le iba. Quedaban 13 minutos de infierno. Unicaja estaba fundido y Olympiacos, cómodo y sereno.

Una falta no señalada del listísimo Spanoulis sobre Calloway trae una canasta posterior de Simmons. Despedida. Se llega al final del tercer cuarto con un 50-63 porque el señor Spanoulis cuela un triple en el último segundo brutal. Un genio.

Triple de Txemi Urtasun esperanzador (53-63). Spanoulis, a lo suyo. ¡Jugadorazo! Otro canastón. Unicaja se abandona. Mal en el rebote y flojo en defensa, trata de correr. Ni así. Lojeski es el dueño bajo aros y en ataque. 53-68 minuto 33. Unicaja pierde el norte. Técnica a Toolson (53-70 minuto 34). El final sobró. Duro castigo.