Hoy, 1 de febrero, se cumplen seis años del traspaso de Pau Gasol a los Lakers. Seis años que han parecido toda una vida, un culebrón a cámara rápida con más vueltas de tuerca que Falcon Crest, pero un resumen indiscutible: dos anillos, un subcampeonato, tres All Star y tres veces en los mejores quintetos de la temporada. Y alrededor, como todo lo que rodea al equipo de baloncesto más popular del mundo, un montón de ruido.

El traspaso de aquel 1 de febrero de 208 ya fue polémico. Memphis se desprendía de su jugador franquicia a cambio de lo que entonces parecía un popurrí de sobras: Kwame Brown, Javaris Crittenton, Aaron McKie, un par de primeras rondas y los derechos de Marc Gasol, por entonces un desconocido sin promesa alguna para la NBA. Popovich, técnico de los Spurs, puso el grito en el cielo y le secundaron otros entrenadores, propietarios y casi todos los analistas: Marc cambiaría tiempo después la percepción general, pero entonces la unanimidad era absoluta: era un atraco.

Para los Lakers, sumidos en la mediocridad desde la marcha de Shaquille O’Neal, fue una bendición automática. Kobe encontró un aliado a la altura y esa misma temporada llegaron a las Finales, aunque las perdieron ante los Celtics del Big Three original: Pierce, Garnett y Ray Allen. Lección aprendida para los dos siguientes años, cuando ganarían el título tras vencer a Orlando y Boston. Pau fue fundamental en ambos casos, venciendo el duelo con Dwight Howard en 2009 y rozando el MVP de las Finales (se lo llevó Kobe) en 2010, tras lograr 19 puntos y 18 rebotes en el séptimo partido.

A partir de ahí, comenzó un lento declive. Del equipo y de Gasol. Pau había firmado una extensión de contrato de tres años por 65 millones de dólares, lo que le convertía en uno de los jugadores mejor pagados de la Liga, pero también le colocó bajo la lupa en cuanto los títulos dejaron de llegar y sus números empezaron a decaer. El foco se fue colocando sobre su siempre defectuosa defensa y un lenguaje corporal que siempre le hace parecer desinteresado, aunque no lo esté. Los problemas de hacerlo así de bien así de fácil.

Los rumores de traspaso comenzaron en 2011 y ya nunca han parado. De hecho, Gasol llegó a estar fuera de Los Ángeles durante unos instantes en diciembre de 2011, cuando Lakers, Hornets y Rockets cerraron un acuerdo a tres bandas por el que Pau acababa en Houston, Chris Paul en LA y Odom, Scola y Kevin Martin en Nueva Orleans. Pero la NBA vetó el traspaso al considerarlo poco favorable a los Hornets, que por aquel entonces eran propiedad de la Liga, y Gasol se quedó en los Lakers.

Y allí sigue mil rumores y negociaciones después. Pese a las críticas y los problemas físicos, Gasol está completando una notable temporada (17 puntos y 10 rebotes de media) en unos Lakers que no paran de perder sin Kobe. Pau acaba contrato a final de temporada y, a sus 33 años, aún tendrá ofertas millonarias este verano (aunque lejos de los 19,2 millones de este año). La lógica indica que dejará Los Ángeles tras seis años históricos, pero… Tras tantos giros argumentales, quién sabe. Lo único claro es que, como las buenas historias de amor, Pau Gasol y los Lakers se recordarán siempre y el tiempo apartará el polvo y la paja para dejar al descubierto la verdad: fue una gran relación.